Horas de trabajo home office, noches eternas de estudio o trámites rápidos en el auto. En
todas nos pasó y suele suceder cuando estamos más apurados por cumplir con el tiempo de
una entrega. ¡Las manchas de café son muy inoportunas!
Pero a no desesperar, es posible sacarlas de cualquier tipo de tapizado si se hace de la
forma correcta. Tené en cuenta que, cuanto antes lo hagas, ¡más seguro es que no queden
rastros del accidentado desayuno o merienda!
Prestá atención a estos consejos para evitar que tus alfombras, sillas y sillones sufran las
consecuencias de la suerte de un mal día. En cuanto se caiga el café podés hacer lo
siguiente:
Absorbé el líquido con un trapo
Lo que sea que tengas a mano sirve: servilletas de papel, algún paño o repasador. Secá
suavemente para absorber tanto como se pueda. Es muy importante que en este punto no
frotes la mancha, solo hacé presión para sacar la mayor cantidad de humedad. ¡Repetí este
paso las veces que sean necesarias hasta que tus tapizados estén casi secos!
Aplicá agua fría sobre la mancha
Es tan simple como lo imaginás: después de sacar el exceso de líquido, simplemente
enjuaga con agua fría y frota un poco. Esto cobra más importancia si sos del club de los
amantes de lattes y cappuccinos, ya que al contener leche la mancha tiende a fijarse sobre
el tapizado si se enjuaga con agua caliente.
Usá toallitas para bebés
Si querés estar siempre listo porque no sabés cuando una lomada va a volcar tu espresso
recién comprado, ¡tener esto en tu auto te puede salvar en más de una ocasión!
Las toallitas de bebés sirven para todo, van a absorber el pigmento de la mancha y también
la humedad del líquido.
Limpiá con detergente o jabón de ropa
¡Antes de que lo hagas es muy importante que no apliques el producto directo sobre el
tapizado! Mezclalo con agua fría y aplicalo con un paño o esponja. Después de enjuagarlo,
secá con movimientos suaves, haciendo presión donde estaba la mancha.
Usá sólo detergentes de pH bajo o neutro para salir del apuro. Si tus tapizados son de
cuero, no está demás tener un producto específico y brindarle el cuidado correcto a este tipo
de material, nunca sabes cuándo lo vas a necesitar. ¡Un mal día lo puede tener cualquiera!
Si con todo esto la mancha te sigue persiguiendo, no esperes mucho a darle una limpieza
profunda a tus sillas, sillones y alfombras. ¡Cuánto antes lo hagas, mejor van a quedar!